Sistemas de aire de impulsión y retorno centralizados

Con recuperación de calor mediante intercambiadores de calor, caudal de aire constante.

A diferencia de un sistema de ventilación basado exclusivamente en el tratamiento del aire de retorno, un sistema de intercambio de calor aire-aire funciona con aire precalentado y filtrado. La recuperación de energía se consigue mediante un intercambiador de calor que transfiere la energía del aire de retorno al aire de impulsión. Para aplicaciones residenciales hay básicamente dos tipos de intercambiador: rotativo o de contraflujo. La versión de contraflujo es la opción idónea si se quiere eliminar el riesgo de transferencia de olores del aire de retorno al aire de impulsión a través del intercambiador. En climas fríos se suele elegir el intercambiador rotativo para reducir el problema de descongelación.

Eficiente recuperación del calor

Un sistema de intercambiador de calor aire-aire es la opción habitual para instalaciones de nueva planta dada su mayor eficiencia energética y calidad del ambiente en comparación con un sistema de ventilación basado solamente en aire de retorno. El aire de impulsión precalentado reduce el riesgo de corrientes y de que se atasquen los difusores de aire de impulsión y de retorno, lo que puede provocar ruidos y problemas de flujo en todo el sistema de ventilación.

La protección contra incendios en un sistema de ventilación por intercambio de calor aire-aire se hace normalmente con ventiladores. Como el ventilador en la solución en funcionamiento, se utiliza una unidad de tratamiento de aire con una derivación de fuego que atraviesa los filtros e intercambiadores de la unidad. Otra opción consiste en instalar soluciones mecánicas contra incendios en cada apartamento. Así se necesita menos espacio, ya que no hay que aislar tanto los conductos contra el fuego al no necesitar una derivación de fuego que atraviese la unidad.